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Monday 14 November 2016

Floreros por palanganas: publicado

Tengo el honor de que Revista Almiar, a través de Margen Cero, haya publicado mi relato "Floreros por palanganas".
Acá les dejo el link para que puedan leerlo:
http://www.margencero.com/almiar/charlie-dylon/

Un saludo!

Saturday 14 May 2016

Cómo evitar el bloqueo de escritor

Primeramente, dejemos de inventar excusas: escribir es trabajo duro. Hay que dedicarle tiempo todos los días, aunque sea un par de minutos, y no porstergarlo. Segundo, escribir es como esculpir una escultura. Para ello se necesita contar con un martillo, un cincel —o varios— y un bloque de mármol. Tomaremos el cincel y el martillo y comenzaremos a quitar los excesos de piedra para sacar a la luz la obra de arte que se esconde dentro de ella. La tarea del escritor no es muy diferente. Nuestro martillo son nuestras ideas, nuestro cincel, el papel. Nos falta el bloque de mármol. Para conseguirlo, hay que vomitar todos nuestros pensamientos sobre el papel. La estructura no importa, ni siquiera la lógica. Todo lo que se encuentre en nuestra cabeza es valedero, ya que nos ayuda a construir el bloque. Una vez que lo tengamos, llegará la hora de esculpir, quitar los excesos para dar vida a una maravillosa obra literaria.
Pero necesitamos el bloque. Sin mármol, no hay escultura. Y sin texto, no hay libro. Ponte a trabajar.

Thursday 31 March 2016

Personas que me inspiran: Galileo Galilei


Fue un hombre con mucha curiosidad. Nació el 15 de febrero de 1564 en Pisa, Italia. Su vida profesional se vio marcada por el Renacimiento y la revolución científica.
A través de su trabajo científico —que incluyó mayormente astronomía y matemática, la contribución a la mejora del telescopio y el descubrimiento de la ley del movimiento— se enfrentó a las autoridades de la Inquisición romana de la Iglesia Católica. Rompió con las teorías de la física propuestas por Aristóteles y provocó un cambio de paradigma al comprobar, a través del criterio heliocéntrico, que la Tierra gira alrededor del sol y no a la inversa.
Una noche, durante su estadía en Padua, Galileo apuntó su telescopio a la Luna y comenzó a dibujar todo lo que veía. Trabajó durante ocho arduas semanas y descubrió que su superficie no era plana y uniforme como muchos filósofos hasta el momento habían sostenido, sino que estaba llena de cadenas montañas y valles que se asemejaban a la superficie terrestre. Fue así como descubrió las fases lunares. Eso abrió la observación de los demás planetas y comenzó a observar Júpiter, para más tarde descubrir sus lunas y otros planetas.
«Eppur si muove» es su frase más conocida. «Y sin embargo se mueve». Según cuenta el mito, Galileo pronunció esta frase al presentar su teoría ante la corte de la Santa Inquisición.
Sufrió la confrontación de los defensores de la teoría geocéntrica, pero logró refutar todas sus apelaciones a través de la presentación de su trabajo y de la exposición de pruebas comprobables. Sin embargo, el papa Paulo V declaró la censura de las teorías copernicanas empleadas por Galileo, lo cual significó una catástrofe para su carrera. Se le pidió presentar su tesis como una hipótesis en vez de una comprobación establecida, a lo cual se negó.
Siendo anciano, fue declarado hereje y recluido. Se vio forzado a declarar que todas sus teorías eran erróneas y que creía en la palabra de la Iglesia Católica, para evitar vivir sus últimos días preso.
Luego de verse forzado a abandonar la astronomía, retomó su trabajo sobre la física del movimiento. Así descubrió la utilización de las pendientes para comprobar la velocidad de caída de los elementos.
Descubrió la representación numérica 1-3-5-7 basada en la velocidad de caída de esferas sobre una pendiente. A medida que descendían; el movimiento se aceleraba.
A la edad de 74 años, su libro revolucionó el mundo de la física. Sus ideas fueron la base fundamental para el trabajo de Isaac Newton, quien desarrolló la ley de gravitación universal.
Galileo es la clara demostración de que la curiosidad y la pasión van de la mano y que son el alimento del alma.

Gracias por todo, Galileo.