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Wednesday, 30 September 2015

Personas que me inspiran: Nelson Mandela


Fue un hombre libre.
Nació el 18 de julio de 1918 en El Cabo, Unión Sudafricana y fue el hijo menor de un consejero del jefe del  clan Thembu.
Los primeros años de su vida estuvieron marcados por una serie de tradiciones y rituales locales. Creció junto a su madre y sus hermanas y cuidaba del ganado. Sus padres eran analfabetos, pero cristianos devotos.
Siendo el único estudiante de raza negra, inició sus estudios de Derecho en la Universidad de Witwatersrand. Sufría discriminación racial, pero logró trabar amistades entre europeos con ideas liberales y comunistas.
El partido de gobierno sudafricano CNA fue fundado el 8 de enero de 1912 con vistas a defender los derechos de los ciudadanos de raza negra en el país, que siempre fueron la mayoría. Si bien fue fundado algunos años antes del nacimiento de Mandela por un poeta y autor llamado Sol Plaatje, no fue sino hasta la intervención de Mandela que la cifra de afiliados pasó de los siete mil a los cien mil.
En 1943, conoció a Anton Lembede, nacionalista africano, quien siempre manifestó su oposición ante el colonialismo y el imperialismo. También se oponía a aliarse con los comunistas. Mandela se oponía a ésta última parte, pero se sentía muy influenciado por su manera de pensar. Sabía y defendía que los negros africanos debían ser independientes y luchar por autonomía política.
En 1944, a los veintiséis años y de la mano de Oliver Tambo y Walter Sisulu, fundó la Liga Juvenil el partido Congreso Nacional Africano (CNA). Ese mismo año se casó con Evelyn Mase.
El Partido Nacional Reunificado llegó al poder en las elecciones sudafricanas de 1948, en las que solo tenían permitido votar ciudadanos de raza blanca. Éste, junto al Partido Afrikáner, formó el Partido Nacional. Era una institución que se defendía racista y que promovía la legalización de la segregación con una nueva normativa: apartheid.
Mandela ganaba cada vez más influencia e importancia dentro del CNA y junto a sus integrantes organizaron boicots, huelgas y estrategias para resistirse a las nuevas normativas.
En 1950 se llevó a cabo la Convención para la Defensa de la Libertad de Expresión en Johannesburgo. Africanos, indios y comunistas estuvieron presentes e hicieron una huelga general contra el apartheid. Mandela se opuso a esta medida. Muchos trabajadores de raza negra formaron parte de esa huelga y fueron reprimidos por la policía. La Ley de Supresión del Comunismo había entrado en vigencia y jugó en contra de los agitadores. Ese año, Mandela fue elegido como presidente de la Liga Juvenil el partido Congreso Nacional Africano (ANCYL, según sus siglas en inglés). Él se oponía a la formación de una resistencia de lucha, pero los votos no estuvieron de acuerdo con su manera de pensar. Así, no le quedó más opción que unírseles.
En 1952, Mandela fue arrestado junto con otros compañeros de lucha y acusados bajo el Acta de Supresión del Comunismo. Recibió una sentencia de prisión suspendida.
En febrero 1955 Mandela llegó a la conclusión de que la única manera de que el CNA puede enfrentarse al apartheid es a través de la resistencia armada.
En 1962 fue arrestado bajo el cargo de conspiración contra el gobierno y fue sentenciado a cadena perpétua. Estuvo preso 27 años. Se armaron campañas internacionales en oposición a su encarcelamiento y en súplica por su liberación.
Luego de difíciles años de lucha, en septiembre de 1991 se llevó a cabo en Johannesburgo una conferencia por la paz. A pesar de que los actos de violencia contra la raza negra continuaban, Mandela y otros firmaron un acuerdo pacífico.
El progeso hacia una Sudáfrica democrática estuvo cubierto de luchas sangrientas, injusticia y violencia, pero las elecciones de 1994 significaron un cambio de rumbo en la historia de la nación. No sin conflictos violentos, amenazas, intentos de fraude y de sabotaje, la CNA ganó las elecciones y nombró a Mandela presidente.
Su contribución política y social, pero sobre todo su visión y su fe,  fueron fundamentales para sacar a Sudáfrica de la barbarie y guiarla por un camino de igualdad y respeto. 


 Gracias por todo, Nelson.